Era una noche fría y húmeda y navegábamos por el mar de Ojotsk un 30 de Abril de 2014. Como a tres millas vimos un barco que parecía que estaba hundido y que luego, a vistas de prismáticos era un submarino nuclear de la antigua URSS (vimos su distintivo en uno de los costados del puente de mando) que navegaba a la deriva puesto que no veíamos vida en la superficie. Abordamos el submarino con extrema cautela puesto que estaba bastante deteriorado y esa chatarra flotante si se hundía, podría arrastrar al Shasha, nuestro barco pesquero menor que el propio buque de guerra.
Avisamos a la guardia costera pero allí no nos recibía nadie, la radio no emitía ninguna señal, ni siquiera el crepitante sonido que hace cuando la emisora no emite ni recibe nada. Nos aventuramos tres de mis hombres y yo a abordar aquel mastodonte pero cuando pusimos un pié allí nos quedamos congelados , de piedra, y no era porque hacía menos veinte grados sino por una extraña sensación indescriptible que nos recorrió a los tres la médula espinal.
Subimos por la escalera del puente de mando intentando buscar respuestas pero en dicho lugar encontramos un anemómetro congelado, un prismático que estaba oxidado y una botella de vodka blanco rota que tenía escarcha y hielo en su interior. Bajamos por la escotilla donde dimos al primer piso cuando escuchamos un sonido crepitante referido al casco del buque que nos inquietó, esto, hizo que uno de los tres acompañantes saliera por miedo, miedo que se iba acumulando en las tres personas que quedábamos allí a medida que avanzábamos por aquel siniestro lugar. Una luz roja de emergencia envolvía el lugar mientras los sonidos cada vez eran mas horribles obligando por miedo a abandonar a otro de mis compañeros.
Habíamos bajado por el puente de mando hasta la sala de mando donde un olor a podrido y humedad se adueñaba del lugar, seguimos avanzando lo que parecía ser el cuarto de la radio hasta que llegamos a la despensa donde para repugnancia de nosotros había moscas y carne en un alto estado de descomposición. Seguimos avanzando por aquel abandonado lugar hasta llegar a la sala de torpedos de proa hasta que el sobresalto y el miedo de mi amigo se hizo presente en el lugar: ¿¡CAPITÁN, LO HA OÍDO!? ¡HAY ALGUIEN QUE ESTÁ CAMINANDO POR EL SUBMARINO Y PROCEDE DE PROA!
Caminamos todo lo posible o lo que nos permitía aquel lugar cuando llegamos al estrecho camarote del capitán donde había una mesa de madera, una luz encendida, el cuaderno de bitácora del capitán una cama para él y otra más arriba que seguramente fuera el segundo de abordo. Pero no había rastro de las pisadas que escuchamos en la sala de torpedos de proa, así que con el cuaderno en mano para entregárselo a la comisaría central en Vladivostock nos decidimos abandonar pero en ese preciso instante las tuberías de tiro de esa sala rompieron y empezaron a soltar agua mientras las demás tuberías auxiliares de la pared se rompían. El agua congelada corría a sus anchas y ya íbamos por la escotilla cuando en ese preciso instante empezaron a encenderse multitud de luces en el interior del submarino proseguida de sirenas y timbres, subimos rápido a nuestro barco y marchamos rápidamente de aquel lugar antes de que nos arrastrara mientras el submarino se hundía de popa, lugar por donde empezó el agua a infiltrarse, hasta escorar por completo, nos metimos tiritando de frío mi compañero y yo y guardé el cuaderno de bitácora aunque no sin antes echarle un vistazo por las últimas páginas para ver qué pudo suceder en aquel lugar. E aquí la transcripción de ese cuaderno de bitácora. Antes quiero informar que a medida que avanza las dos páginas últimas se va haciendo más ininteligible la letra y más incoherente las frases, tal vez por la locura que desencadenó aquello y por el agua que pudo llegar al cuaderno de bitácora mientras el submarino se hundía.
[23/4/67] Partimos con rumbo 097º norte, profundidad de quilla (5m) y 16 nudos. Quejas de varios componentes de la tripulación por pesadillas (?). Tendrá que investigarlo nuestro sanitario.
[24/4/67] Seguimos con rumbo estimado y con profundidad de quilla, las quejas de más compañeros se suman a las de ayer, el sanitario junto con unos cuantos de hombres de su confianza está investigando el caso por si hay algún tipo de sustancia alucinógenas en el buque. Seguimos con rumbo y profundidad de quilla, reducimos a 7 nudos por peligro de cascotes.
[25/4/67] Me gustaría escribir más pero el tiempo apremia. Esta noche pude ver a esa "cosa" deslizándose por mi cama cuando luego me levanté asustado. Toda la tripulación lo ha visto ya, incluido el sanitario, dice que puede ser por una psicosis colectiva de estar todo el día encerrado, llevamos ya 264 días encerrados aquí. Cambiamos rumbo a 120º sur para vigilar el siguiente cuadrante marítimo. Profundidad de quilla.
[26/4/67] La psicosis ha degenerado en alucinaciones visuales de voces que nos llaman sin saber por qué, llevamos cinco horas incomunicados con el centro de marítimo, la radio se nos ha estropeado al igual que la bomba de aire comprimido al hacer una inmersión de emegencia, hemos visto un destructor estadounidense que luego ha desaparecido... No podemos salir a la superficie y estamos a profundidad de periscopio.
[27/4/67] No aguanto más, todas las noches esa cosa nos espía y nos visita a todos, a las 1.32 de la noche un compresor a saltado por los aires en la sala de máquinas seccionando en dos la cara de nuestro compañero Yuri Ivhanlo, muere a las 6:32 tras practicarle todos los primeros auxilios necesarios.
[28/4/67] Cada día voy viéndole más la cara a ese "animal", recta como una culebra hasta mi cama y carece de boca y mejillas, sólo unos perturbadores ojos negros rojizos que se clava en tu rostro hasta que te levantas y vomitas sangre, no hay ninguna fuga del núcleo. Ya no importa la velocidad ni el rumbo, los hidroplanos y el árbol de hélice principal estás partidos por la mitad seguimos sin contactar con el TCA.
[29/4//67] Ininteligible.
[30/4/67] Sólo quedamos vivos tres cuartas partes de la tripulación, los demás van apareciendo muertos por cada media hora que pasa, los sistemas de control se han apagado y permanecemos juntos con nuestras armas, sólo queda rezar a San Jaime y que todo vuelva a funcionar.
[31/4/67] 1:33 Quedamos el timonel Milenko Astrovsk, el oficial de mando Alexy Paskov y yo. Los demás aparecen muertos por extrañas circunstancias, la muerte más terrible se lo ha llevado hoy el sanitario Innokentiy Chevai, lo encontramos muerto con el cuello seccionado y con dos cuchillas de afeitar clavadas minuciosamente en la retina de los ojos quedando estos blancos y con un líquido amarillo. Sospecho de los otros dos, al igual que ellos sospecharán de mí.
[31/4/67] 4:33 Permanezco inmóvil en mi camarote con mi pistola a mano mientras escribo esto, sigo sin novedades.
[31/4/67] 4:44 Fuga (ininteligible). Ya sólo queda morir.
[31/4/67?] No sé qué hora es, mi reloj de cuerda se ha parado, pero supongo que (ininteligible) expulso vómito de color sangre.
[31/4/67?] Se me ha aparecido, dice que yo soy (ininteligible) tiene los ojos más rojos, y me llama constantemente, de su cara brota sangre .
[31/4/67?] (Inteligible) él es el ángel salvador, me llevará a (ininteligible). Estas son mis últimas líneas. Me ha contado que se llama Frihort y que me llevará al paraíso eterno, es tan bello pero a la vez tan horrible... Si alguna vez alguien encuentra esta cuaderno quiero decir que mi propiedades y todo lo de valor pasa a propiedad de mi esposa hasta que esta tenga hijas alguna vez. Con cariño, me dirijo a (ininteligible).